De inmediato Ávila tomó su rolo hecho con un palo de escoba viejo, y se dirigió al área adonde estaban los intrusos. Al llegar, encendió la luz y gritó «Â¡Quieto todo el mundo de icso fasto! Le agradezco a los señores ciudadanos periodistas colaborar con la autoridad»; sin embargo, no vio que detrás de él venía Orlando García, el pasante que busca mujeres desnudas para La Patilla. Claramente sometido y en desventaja numérica, Ávila se lanzó al suelo, pidiendo clemencia por su vida, mientras los periodistas se pusieron agresivos y comenzaron a amenazar a Ávila, pidiéndole la clave de las computadoras.

«Â¿La clave? Es algo como ControlCeControlVe… por favor, no me maten. ¡Llévense lo que quieran pero por favor no me maten!» pidió el guachimán, mientras era amarrado y amordazado con tirro de embalaje.

La clave le dio acceso a los periodistas al archivo de noticias de El Universal, de donde se llevaron unas 50 noticias de acuerdo a fuentes del propio diario. Lorena Cuevas, periodista de El Universal, afirmó lo siguiente: «Pana, se lo llevaron todo. Cables que nos llegaron el fin de semana, unos calichitos que teníamos guardados para días flojos, todo. Hasta las noticias del Día de los Inocentes se llevaron» dijo Cuevas, con lágrimas en los ojos. «El otro día me mandaron a escribir una noticia sobre las actrices de Hollywood con las tetas más grandes. ¡Seguro pronto lo veremos en La Patilla!». Mariana León, encargada de noticias internacionales, denunció que 35 cables llegados directamente de España se perdieron en el incidente: «Ya pusimos la denuncia en el CICPC. Así que si ven en Noticias 24 alguna nota redactada con vainas como ‘regalos que harán que vuestra madre flipe mogollón’, ya saben de donde vino. ¡Qué triste que hayamos llegado a esto!» dijo León, mientras preguntaba a alguno de sus colegas si sabía como bajar fotos de internet sin pagar por ellas.

Voceros del CICPC afirmaron que les encantaría hacerle seguimiento a esta denuncia, pero tienen ya 3 meses sin Internet. «Bueno, al cabo que ni nos importa, como dicen. Son escuálidos, que se jodan entre ellos» dijo el detective Roberto Meléndez, mientras mandaba una carta por Ipostel a un comerciante cobrándole una extorsión.

NOTA: Originalmente el pasante subpagado iba a ir al lugar de los sucesos para cubrir la noticia, pero al entrar a la zona del crimen procedió a robar algunas fotos de agencia para hacer los montajes y posteriormente, huir.