Luego de conseguir restos de comida, chiripas y una nueva especie de vida multicelular en el fregadero de su cocina, Sebastián González, un hombre recién divorciado, descubrió que contrariamente a lo que pensó durante todo su matrimonio, sí posee la habilidad de fregar platos.

«Solo tienes que buscar una esponja, jabón, ligar que haya agua ese día y listo, con dos fregaditas ese platico te sale reluciente»

–Sebastián González

González, quien la situación lo hizo darse cuenta que puede ser un buen padre y ahora busca a sus niños al colegio, nos explicó cómo su divorcio más que una tristeza, fue una revelación: “Estoy sorprendido, ahora hago cosas que antes no hacía, ¡me siento como nuevo! Ahora friego platos, lavo ropa e incluso le he agarrado cierto gusto a salir con las maestras de mis hijos”, confesó Sebastián, mientras se disponía a enseñarle a nuestro pasante subpagado los secretos de su técnica de lavado.

“Lavar platos es sencillo, solo tienes que buscar una esponja, jabón, ligar que haya agua ese día y listo, con dos fregaditas ese platico te sale reluciente, no sé por qué nunca lo hice, eso es culpa de mi mujer”, finalizó González, mientras aseguraba que no se casará de nuevo para que nunca se le olvide cómo lavar platos.